POESIA DEL ALMA


"A QUIEN PUSO UN GRANITO DE MI"

Mirando al cielo un día,

descubrí que algo se hacia,

algo a lo lejos yo veía,

que me miraba por dentro,

era un cáliz de flor o una voz decía,

venia con fuerza sublime,

que me llenaba de amores,

venían dos corazones, uno rojo y otro blanco,

estaba llenando mi canto,

de agua tibia y de colores,

venia a posarse en mi hombro,

para reposar sus motores,

volaba tan lleno de luz,

que una estrella se opacaba,

marcaba con tal latitud,

que me asombraba su calma,

llenaba mi alma, mi voz, aliviando mi garganta,

evocaba paciencia y amor,

como amanuense de mi infancia,

tenía su pelo lustroso y su mano me cantaba.

Mirando de nuevo al cielo,

descubrí quien era, era mi padre,

aquel que amé y seguiré siempre amando.


"SI FUERA MARIPOSA"


Vuela la cabeza por el cielo,

alcatraz de flores presumidas,

se sientan a contar las golondrinas,

en las sabanas pulcra del Rey Midas,

fueron a cubrir el Sol con velo,

buscando su luz de vespertina.

Murmurando aquellos que la vieron,

como mariposa adusta, fluorescente,

quitaron de la luz a plena lluvia,

ráfagas de fuego consecuente,

salieron del bosque ya asediado,

y alzó la primavera su voz savia.

Ahora la claridad se ve por fuera,

puede poner en peligro la diatriba,

aquella mal llamada incontinencia,

salieron de la boca para arriba,

las penas, la razón, aunque se muera,

quitando su perdón, a la conciencia.

Se fue la mariposa, por otra tierra,

juzgar la suerte le predomina,

no va salir el Sol por el sureste,

regará su sudor por si germina,

al ver nacer la mano que me cierra,

apagaran el fuego por el noreste.



"ALUCINANDO"

 
Vuelve la luz del bosque a crecer en la pradera,

como se pega una oruga si va crecer mariposa,

cuando cortamos la rosa porque vuelan para el cielo,

con tulipanes de hielo que iluminan la faena.

No es pan lo que quiero porque el mar no tiene hambre,

gavilanes y palomas quieren volar con la lluvia,

van de la tierra a la nube, para hablarse con los truenos,

esa idea alucinante podrá jugar con el suelo.

Dar alpiste de gigantes que quieren comer con sombrero,

vienen al valle y la laguna para cerrar con alambre,

tiene calambre la garganta de una mujer en ayuna,

tiene peso de elefante para ofuscar el deseo.

Como poetas de fuego en la noche del monarca,

van a pintar la manzana con veneno del saber,

en la bandera con pata que se suele comulgar,

para aliviar la mañana de la tierra del ciempiés.

Sueña la serpiente que es la dueña de una cuadra,

quiere limar con la lengua la figura de una hermana,

por si viene la cigüeña que tiene un verso y la herradura,

para ver como fortuna suena el viento y la cigarra.

Pesadilla de gitana en la mano el manuscrito,

vienen de alabar a Cristo en la tarde de girasoles,

porque brillan los colores de la tierra del encanto,

para que crezca la poesía en la puerta y la ventana.




"PROHIBIDO ESTAR TRISTE"

 
Alegre es la luz cuando te ríes,

porque tu risa despierta corazones,
despierta la mañana, las ilusiones,

que le pueden dar gracias a la vida.

No puedes, por ley es prohibido,

buscar una tristeza ante tus ojos,

tú como rosa eres color rojo,

alegría del jardín de los amigos.

Si buscar en el fondo del pañuelo,

puedes ver, no hay duda, no hay motivo,

para darle paso a la tristeza,

porque viene volando la paloma,

y te alegra con un secreto en el oído.
 
 
 
 
"LA PUERTA"

 
Se abre la puerta

y no te veo,

se abre la puerta

y yo me escondo,

contadas las veces

que no me pongo,

la camisa cuadrada

de un tal Mateo,

con los brazos mojados

caí de pronto,

abriendo la puerta

y yo te veo.

Salí corriendo

a pedir consejo,

cruzando los dedos

por si de pronto,

bajaran del cielo

como dos tonto,

los viejos recuerdos

que ya vivieron,

tapando las hojas

que no nacieron,

abrieron la puerta

que yo me opongo.

 Se abre la puerta

cuando te veo,

se abre la puerta

yo no me escondo,

te abrazo diciendo

como lo siento,

venir de pronto

a pedir consejo,

por cuantos milagros

está el conteo,

que tu fijaste

con tal deseo.

Cerrar la puerta

fue tu consejo,

cuidando las hojas

que se cayeron,

del árbol que nunca

fue tu deseo,

rogando con fuerza

lo que no veo,

buscando el fondo

de tu consejo,

en tus brazos ya secos

caí de pronto.

 



"La Pericia"

 

Yace una luz en la ventana,

en la ventana que alivia los dolores,

es la voz que anuncia los colores,

que enardece la dulce y limpia morada.

Se expande la miel en su mejilla,

sonrosada, tibia, algo arrugada,

arrugada por las rocas que pulieron,

la implacable moción acostumbrada,

del tiempo quemado en una vela.

Nace como flor y frágil como el vidrio,

pero fuerte acero du sus manos,

labraron sin miedo cual encanto,

forjando poco a poco su propio canto,

para estrella reluciente en bellas canas.

Yace la Luna en su ventana,

amigas al fin por tantas veces,

de ver muy juntas las nubes moverse,

y refrescar de noche su cara en la almohada.